CINBESA: un clúster para la transmisión de conocimiento industrial

El nuevo Presidente de Cámara Torrelavega no es nuevo en el asociacionismo empresarial. La larga trayectoria que le ha valido hace poco más de 72 horas el respaldo unánime para presidir la institución que conoce bien, se remonta varias décadas atrás hasta la Asociación de Jóvenes Empresarios de Cantabria y le ha llevado a involucrarse y a impulsar proyectos de desarrollo del territorio. Desde la presidencia de CINBESA, el único Clúster no sectorial de Cantabria, Carlos Augusto Carrasco es la voz de la industria en la comarca. Una voz que habla con las Administraciones sobre tecnología, innovación e internacionalización. Pero también sobre fondos europeos y transferencia de conocimiento. Hoy en Influyentes, explica cómo un clúster industrial facilita la transmisión de este conocimiento entre empresas.

La transferencia de conocimiento es un concepto clave que tiene como objetivos facilitar  el uso, la aplicación y la explotación y las capacidades en I+D de las universidades y los centros de investigación. Para que esto se produzca, los clúster industriales, como es el caso de CINBESA, el primer clúster industrial del Besaya, son fundamentales ya que ayudan a generar un cadena de valor que establezca un retorno económico.

Este tipo de agrupaciones aportan una innovación abierta, desarrollándose a partir de la aparición de fondos públicos destinados a la investigación colaborativa público-privada, en un lugar en el que compartirán objetivos y recursos. Esta investigación colaborativa formará un canal entre entidades claves de la sociedad como universidades, industrias, gobierno y empresas, propiciando actividades de transferencia de conocimiento como licencias o formación de spin-off.

Estos conceptos son muy innovadores, por lo que es muy importante la presencia de la investigación universitaria para que puedan alcanzar todo su potencial y repercutir positivamente. Una vez esto se consiga, podrán entrar en el mercado, enriqueciendo activamente la economía. Las licencias tecnológicas aportan una labor fundamental al ser catalizadoras del desarrollo, enmarcándose en un modelo de derechos de explotación. Éstas son transferidas a empresas o spin-off, debiendo apoyarse en la orientación y dirección investigadora.

Estos acuerdos de licencias resaltan la existencia de necesidades y expectativas, dependiendo de cuestiones como el valor de la tecnología patentada, aspecto que no es nada sencillo de cuantificar, ya que no se trata de recursos tangibles.

Por último, en el contexto actual, la adecuada gestión de la propiedad intelectual se muestra como una condición básica, sustancial y fundamental para poder llevar a cabo con éxito una transferencia de conocimiento eficaz. Si se apuesta por esta transferencia y se realiza de forma adecuada, sin duda, dará lugar a nuevos productos, procedimientos o diseños, que beneficiarán a toda la industria y, como consecuencia a la economía y a la sociedad. Para ello, clústers como CINBESA, tenemos que liderar y fomentar una cooperación y colaboración entre todos los actores. Siendo este, uno de los principales motivos del nacimiento del grupo.

 

Fuente: Influyentes Cantabria

Facebook
WhatsApp
Twitter
LinkedIn
Email

Entradas Relacionadas