Cámara Torrelavega y otras 16 Cámaras de Comercio se unen en la firma de una declaración que tiene como objetivo reforzar mecanismos de cooperación para impulsar el Arco Atlántico. A través de dicha firma se comprometen a jugar un «rol relevante» en la construcción de una macrorregión Atlántica y a crear un foro de «reflexión y cooperación» para abordar los retos de las regiones de esta zona y transformarlo en un «territorio más competitivo y atractivo» ante el riesgo de pérdida de capacidad de influencia.
Esta ‘Declaración de las Cámaras de Comercio del Arco Atlántico’ ha sido suscrita este miércoles en la sede de Cámara Bilbao por los presidentes de las Cámaras de A Coruña, Álava, Asociación Empresarial de Portugal – Cámara de Comercio e Industria, Avilés, Bayona, Bilbao, Burdeos, Burgos, Cantabria, Gijón, Gipuzkoa, Lugo, Navarra, Oviedo, Santiago de Compostela, Torrelavega y Tui, y ha sido entregada por el presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao, José Ignacio Zudaire, al Lehendakari y presidente de la Comisión del Arco Atlántico, Iñigo Urkullu.
Con esta Declaración, que está abierta a la adhesión de otras Cámaras del Arco Atlántico, han dado respuesta al llamamiento a los agentes socioeconómicos, realizado por la «Comisión del Arco Atlántico» en la reunión celebrada en Cardiff el pasado 23 de mayo, para involucrarse en la construcción de la macrorregión atlántica.
A través de esta Declaración, las Cámaras se comprometen a jugar «un rol relevante en la construcción de la macrorregión Atlántica» y a luchar contra la pérdida de influencia del Arco Atlántico en el panorama internacional.
Estas Cámaras de Comercio plantean, desde «la fortaleza de lo local», aunar fuerzas para transformar el Arco Atlántico «en un territorio más competitivo, más sostenible, más dinámico, más abierto y conectado; así como más atractivo y con mayor calidad de vida para su ciudadanía». «En definitiva, un territorio más atractivo con una mayor prosperidad y una mejor calidad de vida para su ciudadanía», se indica en la Declaración.
Los firmantes comparten la preocupación por el riesgo de que la condición periférica del Arco Atlántico derive «en una pérdida de competitividad, atractivo como territorio y capacidad de influencia», por lo que uno de los pasos para lograr los objetivos, será trabajar para completar el corredor atlántico ferroviario a su debido tiempo, lo que consideran que debería ser en “lo referido a la red básica, para 2030”.
